La adaptación (II)
El proceso de
adaptación requiere aprender lo que no se sabe y olvidar lo que se sabe de más o,
al menos, no dejarse intimidar por lo que se sabe y estorba.
El técnico recién llegado a la
Administración tiende a aplicar las reglas con una rigurosidad literal, como
las ha aprendido, demasiado teóricamente, lo que puede provocar en el
departamento al que llega los mismos efectos perversos que un técnico
experimentado cuando se halla en huelga de celo.
Ser rígido siempre es tan dañino
como ser siempre flexible. El aprendizaje del proceso de adaptación debe servir
para determinar dónde se debe ceder y dónde no, a fin de ser rígido en lo
rígido y flexible en lo flexible.